dimarts, 30 d’agost del 2011


La UCE homenatja el filòleg valencià Manuel Sanchis Guarner

Ara es commemoren els cent anys del naixement de l'autor de La llengua dels valencians.

La Universitat Catalana d'Estiu (UCE) ha homenatjat Manuel Sanchis Guarner (1911-1981), filòleg, historiador i folclorista valenciana, cent anys després del seu naixement. Autor de l'obra de referència 'La llengua dels valencians' (1933), va ser decisiu en l'elaboració del diccionari català-valencià-balear, en el qual va començar a treballar-hi l'any 1945 de la mà del seu amic Francesc de Borja Moll. Va ser un 'polígraf', en paraules del professor de la Universitat de València Miquel Vilà, un 'erudit capaç de dominar disciplines ben diferents'.

En la conferència 'Llengua i vida: el País Valencià avui', el professor de la Universitat de València i dirigent del PSAN Josep Guia l'ha definit com 'un home amb un gran compromís valencianista des d'una perspectiva republicana i lleugerament d'esquerres'.

Com a lingüista, Sanchis Guarner va fer aportacions molt valuoses en quatre camps diferents. Va col·laborar en la creació d'un atles lingüístic de la península ibèrica dirigit per Tomás Navarro Tomás. La seva tasca va centrar-se en els dialectes de Catalunya. També va destacar com a lexicòleg i, especialment, com a gramàtic. Seva és la feinada d'adaptar la normativa de Pompeu Fabra amb la variant valenciana, tal com ha recordat Vilà. Com a historiador de la llengua, l'any 1980, poc abans de la seva mort, va publicar una aproximació a la història de la llengua catalana des dels seus orígens i fins al segle XV (edicions Salvat).









El nuevo Premio Formentor, para Carlos Fuentes

El galardón renace 50 años después de que lo ganaran Borges y Beckett

J. RODRÍGUEZ MARCOS - Madrid - 03/08/2011

"Para mí es un honor recibir un premio que hace 50 años, cuando se concedió por primera vez, recayó en Borges y Beckett", dice Carlos Fuentes por teléfono desde su casa de Londres. El escritor mexicano, de 82 años, se refiere al nuevo Premio Formentor de las Letras, que ayer le fue concedido por el conjunto de su obra.

El galardón otorgado al autor de Terra nostra supone la reencarnación del mítico premio que en 1961 impulsó Seix Barral con la colaboración de una decena de editoriales extranjeras, entre ellas Einaudi y Gallimard. Aquella distinción tenía dos modalidades: el Prix International de Littérature y el Premio Formentor. Uno reconocía a un escritor de resonancia mundial. El otro, una novela presentada por alguno de los editores reunidos en el famoso hotel de la península mallorquina y que luego era publicada por todos los demás. Samuel Beckett, Borges, Uwe Johnson, Saul Bellow y Witold Gombrowicz forman parte del primer palmarés. Juan García Hortelano, Dacia Maraini, Jorge Semprún y Gisela Elsner, del segundo. Con el tiempo, el premio terminó concediéndose en Corfú, Salzburgo y Túnez hasta languidecer.

Aquella iniciativa, que abrió al mundo la edición española durante la dictadura franquista, no fue el único signo de vitalidad. En 1959, Carlos Barral y Camilo José Cela habían organizado en el mismo hotel unas conversaciones de escritores no menos legendarias, y en 1962, la propia Seix Barral inauguraba el Premio Biblioteca Breve. Cinco años más tarde recayó en Carlos Fuentes por Cambio de piel.

Hoy el panorama es muy distinto, en parte porque ya ha germinado la semilla sembrada en Mallorca. "Ya no hay un centro mundial de la edición", afirma Fuentes, que el día 27 recibirá en el hotel Barceló Formento los 50.000 euros del galardón. "Todo está globalizado. Günter Grass, Nadine Gordimer y Juan Goytisolo son alemán, sudafricana y español pero son, sobre todo, novelistas. Antes, los americanos debíamos pasar obligatoriamente por Europa. Ahora son más bien los europeos los que deben pasar por América". Para el Cervantes de 1987, la mundialización incluye a los autores de lo que él bautizó como territorio de La Mancha: "Hace dos años México fue el invitado al Salón del Libro de París. Acudieron solo escritores traducidos al francés y había 42. En los años sesenta los latinoamericanos traducidos eran apenas Carpentier y, otra vez, Borges".

divendres, 5 d’agost del 2011

¿NO INDIGNARSE?

LAS PROTESTAS DEL 15-M EN MADRID

La policía carga contra cientos de indignados en el Ministerio del Interior

Cuatro detenidos y veinte heridos tras la carga de los antidisturbios

Los manifestantes recorren la Gran Vía y cortan el tráfico

Hoy vuelven a intentar tomar la emblemática plaza madrileña

Carga policial ante el Ministerio del Interior. / CARLOS ROSILLO

Los indignados del 15-M que durante los últimos días han extendido sus protestas por todo el centro de Madrid chocaron anoche con la policía cuando llevaron sus protestas ante el Ministerio del Interior. Los agentes cargaron con dureza contra varios centenares de ellos en lo que constituye el incidente más grave en la capital de España desde que este movimiento echara a andar. Los indignados llegaron a Interior tras intentar por tercer día consecutivo entrar en la Puerta del Sol, de donde fueron desalojados el pasado martes y que pretenden retomar. Pero, al estar convertida la plaza en un fortín inexpugnable cuajado de policías, los indignados decidieron irse a"callejear": marcharon por Gran Vía, celebraron una asamblea con unas 800 personas en Cibeles, otra en la plaza de Jacinto Benavente y enfilaron hacia el Ministerio del Interior, en el Paseo de la Castellana.

Un herido tras la carga ante interior. /

Allí los antidisturbios cargaron con contundencia contra unos 800 indignados cuando estos estaban rodeando la sede del departamento que dirige Antonio Camacho. Cuatro personas han sido detenidas y una veintena, heridas (siete de ellas policías). Entre los detenidos se encuentra el periodista de Lainformacion.com Gorka Ramos (que firma bajo el seudónimo de Santiago Zárraga), según ha informado Carlos Salas, director de este diario digital, a través de su cuenta en Twitter.

Una detenida tras la carga ante Interior. / CARLOS ROSILLO

Esta tarde los indignados volverán a marchar otra vez hacia Interior en una manifestación que partirá de Atocha y que pretende acabar en la Puerta del Sol. Algunos de ellos, de todas formas, tratarán de volver a la Puerta del Sol desde las doce de la mañana, según acordó una asamblea.

La carga policial se produjo sobre las once de la noche frente al Ministerio del Interior. Los agentes bajaron de sus vehículos con casco, escudo y porra, y cargaron contra los indignados hasta despejar la calle. Después de la carga, algunos de los participantes volvieron a la zona para increpar a la policía, que formaba dos filas de contención, al grito de "asesinos".

Los indignados aseguran que hasta la zona marcharon unas 1.000 personas, aunque otras fuentes rebajan esta cifra a varios centenares. La primera carga despejó la zona de manifestantes. Varias personas resultaron contusionadas, mientras que los indignados se situaron mayoritariamente en una plaza aneja a la de Colón. Más tarde las cargas se repitieron.

Un herido tras la carga policial. / CARLOS ROSILLO

El detonante de la carga, además del asedio a Interior, habría sido tanto la colocación de carteles ante las verjas del palacete como el que se hubiera arrebatado un tricornio a uno de los guardias civiles que habitualmente controlan los accesos al ministerio.

Según la policía, las cargas se produjeron porque algunos de los indignados se subieron a las verjas que rodean la sede del Ministerio del Interior. Los indignados niegan que hubiera cualquier tipo de provocación o violencia por su parte. Dos de los heridos fueron trasladados a centros hospitalarios para que les suturaran las heridas en la cabeza, y otras cuatro personas fueron detenidas. La comisión legal del 15-M eleva los detenidos a 12.

Luis López Diéguez, estudiante de Economía de 23 años acabó con la cabeza vendada. Aseguraba que un policía “desatado” se separó de los antidisturbios y le abrió una brecha en la cabeza. Finalmente, asegura, el agente tuvo que ser controlado por sus compañeros.

Raquel, una señora de 88 años, afirma que no estaba pasando nada hasta que se produjo la carga policial delante del ministerio. Tiene la mano vendada y asegura que tiene una contusión grave. Además tiene magulladuras en la rodilla. Asegura que se ha caído al suelo y que fue ayudada por cuatro personas a levantarse.

Jornada de protestas

La carga culminaba una jornada que había comenzado a mediodía, cuando unos 300 indignados participaban en una marcha para intentar penetrar, por tercer día consecutivo, ante una Puerta del Sol blindada por la policía. Por la tarde se concentraron unos 800 con la misma intención. Después de 79 días de tolerancia con los acampados, las autoridades no han dado explicaciones sobre la nueva situación y el actual blindaje del centro de Madrid.

La marcha de indignados, retenida en la carrera de San Jerónimo. / (SERGIO BARRENECHEA (EFE))

Desde primera hora de la mañana del jueves se desplegó en Sol un fuerte dispositivo policial. La plaza estuvo desierta y cerrada a cal y canto desde la una de la tarde en adelante. Agentes de la Policía Nacional y Municipal custodiaron desde entonces las calles que confluyen en la plaza -Alcalá, Montera, Carmen, Preciados, Arenal, Mayor, Carretas y Carrera de San Jerónimo-, donde hay apostadas media docena de furgones y varios coches policiales. También hay vallas que bloquean todos estos accesos, informa Samira Saleh.

Asamblea nocturna en Jacinto Benavente, tras las cargas. / ALBERTO MARTÍN (EFE)

Tras varios cortes y aperturas de la estación de Metro de Sol y de las calles aledañas, a las cinco de la tarde Sol comenzó a blindarse de cara a la protesta de la tarde. Ya a las siete la imagen fue la misma que la de los últimos días: la plaza completamente desierta y grupos de indignados tras los cordones policiales. Pasadas las ocho uno de los grupos, el que ha accedido por la calle Carretas, se ha sentado para hacer un debate sobre la imagen que se puede estar dando a los turistas. En la calle Preciados se juntaron unas 200 personas y otras tantas organizaron una asamblea en la Plaza de Pontejos, en la que resolvieron que recuperar la plaza es "cuestión de resistencia", informa Gloria Rodríguez-Pina.

Algunos manifestantes portaban pancartas con nuevos lemas: "Sol será vuestro Vietnam". Aunque la tarde de ayer fue más tranquila que las pasadas, hasta el momento el resultado es el mismo: imposible acceder a Sol. Pasadas las nueve y media de la noche, parte de los concentrados dejaron los accesos de la plaza y empezaron a callejear hacia Callao y de allí a Cibeles. A su paso por Gran Vía, los manifestantes cortaron el tráfico.

Vueltas alrededor de Sol

Durante toda la mañana de ayer, mientras los concentrados recorrían las calles del centro jugando al despiste, la policía fue cerrando y abriendo la estación de Sol y los accesos a la plaza en función de lo cerca o lejos que estaban los indignados. La estación de Metro y Cercanías abrió por la mañana y el tránsito de madrileños, clientes y turistas fue el habitual, sin que se pidiera identificación a nadie, tanto en la Sol como en las calles aledañas. A la una los agentes tomaron una decisión inédita: cerrar la estación y comenzar a entrar en comercios, bares y restaurantes para pedir a sus responsables que evacuaran a los clientes, informa Elena G. Sevillano. Las dependientes sacaron a la gente de los probadores y vaciaron las tiendas sin permitir a la gente ni que pagara, por ejemplo en el Cortefiel de la calle del Carmen. En el bar restaurante Europa recogió la terraza a toda prisa. Varios testigos afirman haber sentido miedo.

Muchos comercios que echaron el cierre por recomendación de la policía fueron reabriendo a partir de las dos y media, a medida que los manifestantes se alejaban de la zona en dirección a la plaza de España. Los convoyes de metro y de trenes también volvieron a hacer parada a Sol desde las cuatro de la tarde. Sin embargo, el tránsito duró poco, ya que a las 17.40 volvieron a cerrarse la estación. Poco después se cerró al tráfico la calle Mayor y a los tres helicópteros de la Policía, que desde hace tres días sobrevuelan constantemente el centro de la ciudad, se sumaron uno de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Entre las doce y las dos y media no se permitió entrar en la plaza a nadie. Muchos ciudadanos se acercaban a los agentes a preguntar qué pasaba, por qué se les impedía el paso, pero solo se permitía entrar a los vecinos de la zona o por alguna urgencia. Miembros de la comisión de información del 15-M repartieron panfletos en los que se aclara que la "culpa" no es de los indignados y se recuerdan los artículos sobre libre circulación de los ciudadanos y la igualdad de derechos. Un policía que estaba charlando con un comerciante se quejaba: "Indignado está este señor y nosotros que nos quedamos sin vacaciones". 

A las 12.40, entraron en la plaza seis furgones policiales y una veintena de agentes, que fueron recibidos con gritos de "vergüenza" y "libertad". "No hay café para tanta lechera", les increparon los indignados. La Policía formó una hilera a la altura de la calle de Felipe V. "Esto es lo que pasa por echarnos de la plaza", "menos crucifijo y más trabajo fijo", coreaban los manifestantes. Sobre la una, la marcha giró por la travesía del Arenal para sortear el blindaje policial de Sol por la calle del Arenal. Continuaban por la calle Mayor. Allí se cortó por primera vez la manifestación. Los indignados increparon a los agentes y, en vista de la imposibilidad de llegar a Sol, intentaron otra vía, la calle del Correo, que también estaba cerrada. "La lucha sigue cueste lo que cueste", decían los indignados.

"Dejadnos pasar que queremos comprar" y "esto sí perjudica a los comercios" eran otras de las consignas de los indignados que, a la una y media, estaban decidiendo sus próximos pasos en la calle Carretas. A las dos de la tarde, una sentada frente a la policía. La marcha siguió después por la calle Sevilla y cuando llegaron a la Gran Vía cortaron dos veces durante unos minutos dos de los carriles al trafico. De allí, se encaminaron a la calle Carmen, que tampoco pudieron cruzar. La marcha continuó hasta Preciados, donde una vez más, bloqueo.

Sobre las 14.40, la manifestación se disolvió para comer y descansar en los entornos de la plaza de España y de Oriente. Unos 50 celebraron una asamblea en la plaza de España en la que debatieron sobre la conveniencia de cortar el tráfico de las calles y decidieron que harán cortes momentáneos para no ocasionar muchos problemas a los ciudadanos. Tras esa asamblea, la siguiente parada fue el Ministerio de Interior.


Muere el dibujante José Sanchís, creador del gato 'Pumby'

Estaba considerado como uno de los iconos del cómic español de la segunda mitad del siglo XX

Miércoles, 3 de agosto del 2011 - 13:53h.
EFE / Valencia
El dibujante José Sanchis Grau, creador entre otros personajes del gato Pumby, uno los iconos del tebeo español de mitad del siglo pasado, ha fallecido en su ciudad natal, Valencia, a los 79 años.

Portada de un cómic del gato 'Pumby'.

La muerte de Sanchis se produjo este martes y su funeral y posterior entierro se oficiarán este miércoles mediodía.

Ganador en 1997 del Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona por su producción global y objeto de estudio en las últimas décadas por su influencia en generaciones posteriores de dibujantes, Sanchis estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos y se especializó en dibujos de historietas para niños y jóvenes, escribiendo casi siempre sus propios guiones.

Creó personajes como El soldadito Pepe y El Capitán Mostachete para la revista Jaimito de la ya desaparecida Editorial Valenciana, y posteriormente Pumby, Super Pumby, Record Boy y Don Esperpento para publicaciones de la misma editorial.

El también valenciano Javier Mariscal reivindicaba su importancia como uno de los grandes referentes de la historieta: "El Pumby de José Sanchis es uno de los mejores tebeos que se ha hecho en la historia de España", aseveró.